Adaptación de artículo "Uso de estándares en los procesos de transformación digital" de Airam Rodríguez
La necesidad de modificar la forma de operar y adaptarse a la nueva realidad tecnológica es un hecho en un sector el AECO al que le cuesta evolucionar. En los últimos tiempos, hay un término que se repite constantemente, y es el de Transformación Digital.
La realidad y bajo mi propia experiencia en empresas muy grandes, medianas, pequeñas y muy pequeñas, lo que también es un hecho, es que muchas no realizan este cambio de forma organizada, pero todas tienen claro que un elemento clave para ellas es el uso de estándares.
Cuando se trata de abordar el proceso de digitalización mediante estándares, muchas empresas optan por “pasar de puntillas”. No se trata o simplemente no se toma en consideración puesto que a corto plazo añade una ligera carga de trabajo adicional. Y es que, si “yo me lo guiso y yo me lo como, voy más rápido” (la gran lacra en AECO), quita complejidad del lado del tecnólogo y deja en cautividad al cliente.
La interoperabilidad entre plataformas y la transparencia en la utilización de datos es el siguiente paradigma dentro de la transformación digital, que aumenta y potencia el valor añadido que puede conseguirse.
Es normal oír a responsables directivos AECO a los que se les ha planteado responder que esto es algo de administraciones públicas. Sirva de ejemplo la introducción de BIM en licitaciones públicas y "la que se monto" hace unos años. Pero ahora no cabe duda de que sí. Debe ser el comienzo, pues con ellas tenemos que tratar las empresas y particulares. Pero, por otro lado, esta interoperabilidad entre empresas en el sector AECO, con y para la administración y, porqué no, entre empresas, hace de quién lo practica un elemento fundamental que incrementa la productividad y eficiencia y que una vez que se desarrolla ya no se puede continuar sin ella.
Con todo ello, el Esquema Nacional de Interoperabilidad – ENI – ha posicionado a nuestras administraciones públicas en una de las más punteras, en cuanto a la utilización de tecnologías para la mejora de los ciudadanos. Ahora el siguiente reto es dar el salto al ámbito privado y entender que el intercambio de datos entre empresas e incluso con particulares es mutuamente beneficioso. Este nuevo desafío no sólo debe incluir la cesión de datos que “voluntariamente” hacemos, por ejemplo a redes sociales, sino para compartir datos entre nuestras empresas, nuestros gremios técnicos, contables, asesores fiscales, laborales, etc. ¿Por qué no? Si ellos disponen de nuestros datos en tiempo real, ¿no es preferible que puedan automatizar la recogida de información que solemos darles en papel o correo electrónico, lo procesen en base a sus indicadores y el tiempo que puedan dedicarnos lo hagan para asesorarnos realmente de lo que deberíamos hacer desde su punto de vista y área de conocimiento?.
La utilización de estándares (abiertos o propietarios) en las soluciones que desarrollemos para nuestras empresas puede suponer un coste adicional en los momentos iniciales, sobre todo de recursos para realizar un correcto análisis de cuáles usar y cómo integrarlas con terceros, pero las ganancias a largo plazo son importantes.
Un caso que nos ha tocado de lleno en los últimos años ha sido y es la enorme transformación digital que está sufriendo el sector AECO a nivel internacional, parte importantísima del desarrollo de edificación de cualquier región. Con estándares para la planificación de las escalas en urbanismo a largo plazo, desarrollo de planes urbanísticos, previsión de demanda de vivienda y la transmisión de eventos en tiempo real. Evidentemente, la tendencia con toda esta transformación es llegar a lo que se conoce como el Gemelo Digital. Momento en el cual, al disponer de una estructura digital similar a la real, permitirá la simulación en ella de elementos que permitan hacer estudios de eficiencia para trasladarlas al mundo real posteriormente. Esto que parece muy complicado, esta ocurriendo concretamente en muchas empresas emergentes del sector y en startups innovadoras, nos hace estar muy orgullosos, puesto que los mayores esfuerzos de transformación digital e intercambio de datos realizados con distintos operadores de construcción nacionales, entre los que se encuentran empresas relevantes del sector AECO, servicios técnico-mantenimiento de edificios y administraciones públicas, juntos con otras iniciativas en un enclave innovador, se están posicionado como casos de ejemplo y éxito, como las fábricas 4.0 de construcción industrializada y construcción modular en España para el desarrollo de Edificios Inteligentes y sostenibles en la que el resto de Europa se están fijando y otros continentes nos están demandando como centros productivos.
El fin de la estandarización y la interoperabilidad no es que existan soluciones iguales, sino que, dentro de la heterogeneidad de las empresas de un sector, estas puedan comunicarse entre ellas para disponer y procesar la información de la forma más rápida y eficiente posible. Si nuestros asesores dispusiesen de sistemas de alerta y cuadros de mando que al recibir nuestra información le permitan ver la evolución de la empresa o proyecto de manera directa, su asesoramiento sería de francotirador. Tendría más tiempo para el análisis de los resultados y para pensar en apoyarnos con propuestas personalizadas a nuestra necesidad. En este caso existen estándares para el intercambio de información que agilicen las labores profesionales en un colaborativo sector AECO.
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